Estas dos hermanas vinieron juntitas de la mano y aprovechamos para hacerlas a la par.
Esta preparación de Toyota Hilux ha sido un éxito ya que el presupuesto ha sido para todos los bolsillos y el resultado obtenido ha sido una locura. Sabemos que queda mal decirlo de nosotros mismo, pero hay que resaltar la estupenda relación calidad-precio que hemos obtenido!
Para mejorar el agarre y la manejabilidad en campo hemos montado unas llantas aligeradas combinadas con unos neumáticos con más balón y tacos reforzados.
Gracias a la estrecha colaboración con la empresa Profender España hemos desarrollado un kit de elevación para Toyota Hilux +7cm. El kit consta de amortiguadores Dakar Extreme más muelles reforzados para el peso que el dueño del vehículo suele llevar.
Esto nos permite ajustar de manera personal cada amortiguación al uso del cliente y da unas garantías excepcionales
Gracias al Snorquel hecho de manera personalizada para este vehículo , se ha conseguido ganar altura al río y capacidad de vadeo.
¿Qué es más útil cuando te quedas atrapado entre el barro? o ¿Cómo consigues que tu vehículo no se descuelgue ladera abajo cuando estás cruzando un puerto de montaña y hay tanto hielo que al bajar del coche te escurres y , Zasca! culetazo? Para resolver todos estos posibles problemas se ha instalado un cabestrante en el paragolpes delantero original, perfectamente instalado y homologado con mando Wifi y cable de acero de alta resistencia.
En esta ocasión nos llegó a CSA un trabajo un tanto especial. Se trataba del coche que Paco Callejo, ingeniero y usuario de 4×4 bien conocido en el mundillo, ha montado con gran ilusión para realizar sus viajes. Ibámos a desarrollar las suspensiones Toyota Hilux.
Nada más llegar a nuestras instalaciones, supimos que la puesta a punto de las suspensiones de “La Chatita“, como su dueño gusta llamar a esta Hilux, iba a suponer un reto para nosotros. Observando el coche ya nos hacemos una idea del sobrepeso que supondrá el módulo de vivienda. Nos llama la atención el gran voladizo de la parte trasera. Sin duda, serán dos características que influirán sobremanera en el comportamiento dinámico del vehículo.
Nos subimos en el coche para probarlo. La Chatita balancea bastante, se nota torpe e inspira poca confianza a la hora de entrar en curva. Salimos a rodar por una pista y a las suspensiones se les acumula el trabajo. Son incapaces de controlar el peso del coche y vamos constantemente haciendo topes a compresión y extensión. Notamos cómo todo el peso de la célula, comprime el eje trasero y arrastra a la parte frontal del coche haciendo un efecto de “balancín”.
Con estas impresiones, nos vamos a nuestra mesa de trabajo. Tras realizar algunos cálculos comprobamos que los elementos elásticos, en este caso muelles delanteros y ballestas traseras, son insuficientes para el peso del coche. Así mismo, las presiones de trabajo de los amortiguadores resultan escasas y no consiguen frenar tantas inercias.
Empezamos a trabajar con el eje trasero, por ser la parte más delicada, y decidimos montar doble amortiguador por rueda: un PROFENDER DAKAR EXTREME en el alojamiento principal y un PROFENDER DAKAR CON MUELLE en un soporte fabricado a medida. De esta manera repartimos las presiones de trabajo entre dos elementos, fatigando mucho menos los amortiguadores. Así mismo, descargamos de trabajo también a los soportes. Aumentamos la dureza de los amortiguadores tanto a compresión como a extensión. El muelle del amortiguador secundario descargaría de trabajo a las ballestas.
Volvemos a probar y el coche gana mucho. Ahora ya tenemos controlado el tren trasero. Sin embargo, el efecto “balancín” todavía no ha desaparecido. Pero bueno, todavía nos quedaba trabajar en el eje delantero.
Barajamos dos opciones: doble amortiguador de 2″ o un sólo amortiguador de 2,5″. Finalmente nos decantamos por un PROFENDER DAKAR EXTREME, de 2,5″. La instalación era mucho más sencilla y, al contrario que en el eje trasero, los soportes no estaban sometidos a cargas tan altas. Se calculó el muelle que nos ayudaría a evitar los topes en compresión y se configuraron los amortiguadores con unas presiones de trabajo bastante altas para controlar los rebotes.
Salimos a probarlo y… ¡ahora sí! vamos moviéndonos por pistas con un coche que inspira confianza. A medida que los amortiguadores van cogiendo temperatura vamos descubriendo un tacto cómodo, pero que sujeta. Zanjas, algún pequeño salto, cambios bruscos e intencionados de trayectoria, sin problema!